Rosario para acostar al Niño Dios Navidad 2024
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Cada navidad era comandada por nuestras matriarcas Anita y Emmita.
Ellas nos guiaban el rosario para acostar al niño Dios.
Nos sentíamos muy bien
con ellas y creíamos que iban a estar presentes en cada navidad.
Pero primero nos dejó
Anita.
Y luego se fue Emmita.
Queríamos conservar el hermoso ritual de acostar al Niño Dios y buscamos en todos los cuadernos de nuestras abuelitas.
Finalmente encontramos
el hermoso rosario para acostar al niño Dios que resaban de memoria en cada
noche buena.
Rosario para
acostar al Niño Dios
Hemos digitalizado la
versión completa del rosario para acostar al Niño Jesús para que puedas
imprimirlo y leerlo en familia.
Puedes acceder al
documento en la caja de comentarios.
Que el Niño Dios
bendiga con amor, prosperidad y paz a toda tu familia y que tu hermoso corazón
se llene de fortaleza y fe para que puedas irradiar todo tu camino con la
poderosa luz del Espíritu Santo.
Oh Divino Niño Jesús,
he venido a contemplarte, a través del Santísimo Sacramento.
He venido a alabarte
Salvador mío y del mundo entero, estoy aquí de rodillas a tus pies.
Letanía del Niño
Jesús recién nacido
Niño recién nacido
Te alabamos todos.
Niño Poderoso
Te alabamos todos.
Niño Amable
Te alabamos todos.
Niño Humilde
Te alabamos todos.
Niño Venerable
Te alabamos todos.
Niño Fiel
Te alabamos todos.
Niño Creador
Te alabamos todos.
Niño Salvador
Te alabamos todos.
Niño Consolador
Te alabamos todos.
Niño Laudable
Te alabamos todos.
Niño Glorificador
Te alabamos todos.
Niño Misericordioso
Te alabamos todos.
Niño Espiritual
Te alabamos todos.
Hijo de María
Te alabamos todos.
Modelo de Castidad
Te alabamos todos.
Luz de la Redención
Te alabamos todos.
Sol de la Verdad
Te alabamos todos.
Alivio del Pecador
Te alabamos todos.
Maná del Consuelo
Te alabamos todos.
Tesoro de la gracia
Te alabamos todos.
Estrella del Alba
Te alabamos todos.
Faro de consolación
Te alabamos todos.
Bálsamo de la Salud
Te alabamos todos.
Alegría de los Justos
Te alabamos todos.
Templo de la Pureza
Te alabamos todos.
Ejemplo de la Verdad
Te alabamos todos.
Padre de Israel
Te alabamos todos.
Príncipe de los
Patriarcas
Te alabamos todos.
Luz de los Profetas
Te alabamos todos.
Maestro de los
Apóstoles
Te alabamos todos.
Árbol de la Vida
Te alabamos todos.
Vertiente de Virtudes
Te alabamos todos.
Divino Emmanuel
Te alabamos todos.
Deseado del Mundo
Te alabamos todos.
Antorcha de Pureza
Te alabamos todos.
Modelo de Perfección
Te alabamos todos.
Inspiración Celestial
Te alabamos todos.
Patriarca de Justicia
Te alabamos todos.
Depósito de Bondad
Te alabamos todos.
Lucero de la Fe
Te alabamos todos.
Arca de Felicidad
Te alabamos todos.
Dios Humanado
Te alabamos todos.
Principio y Fin de
todas las cosas.
Te alabamos todos.
Estoy aquí para
adorarte, no he traído ni incienso, ni mirra, ni oro como lo hicieron los reyes
magos, muy avergonzado, sin méritos me presento ante ti con mis manos repletas
de culpas, pecados, omisiones y penas.
Hoy renuncio a mi
egoísmo, mi desamor, mi falta de fe, mis mentiras y falsedades, mi amor
desmedido por las cosas pasajeras de este mundo, mis enojos, rencores y mi ira,
todo lo que no sea del Padre Eterno yo no las quiero y renuncio a ellos en tu
Poderoso Nombre.
Niño Jesús
amado.
Oh Divino Niño, he
venido a llenarme de ti para ser una nueva criatura, para que me llenes de tus
tesoros de humildad y mansedumbre, cumpliendo los mandamientos y especialmente
te pido la riqueza absoluta del amor y del perdón, la alegría y la paz que solo
tú puedes darme.
He aquí todos los
niños con sonajas y tambores entonan sus villancicos con unos ruiseñores, ya
viene amaneciendo.
Señor ten piedad de
nosotros
Cristo ten piedad de
nosotros
Señor ten piedad de
nosotros
Cristo óyenos
Oh, Divino Niño Jesús,
que llenando el cielo y tierra con tu gloria, quisiste caminar desconocido y
esconder tu grandeza en un establo humilde, haz que mis sentidos y potencias
(cuerpo y alma) te alaben y que viva agradecido a tu amor, con que te dignaste
hacerte hombre para salvarme a mí, miserable e indigna criatura.
Aviva madre mía, en mí
el amor hacia tu divino hijo para que hospede siempre en mi corazón a mi buen
Jesús.
Amén.
Rosario para
acostar al niño dios completo PDF
En el nombre del Padre
y del Hijo y del Espíritu Santo.
Dios mío, ven en mi
auxilio.
Señor, date prisa en
socorrerme.
Gloria al Padre y al
Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el
principio, ahora y siempre,
por los siglos de los
siglos.
Amén.
Primer Misterio
Gozoso: La Encarnación del Hijo de Dios
«Al sexto mes el ángel
Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una
virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; el nombre
de la virgen era María» (Lc 1,26-27).
Pausa 5 segundos
Padre nuestro, que
estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase
tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Gloria al Padre y al
Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los
siglos de los siglos.
Segundo Misterio
Gozoso: La Visitació de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel
«En aquellos días
María se puso en camino y fue aprisa a la región montañosa, a una ciudad de
Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Y sucedió que, en
cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e
Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando a voz en grito, dijo:
«Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno»» (Lc 1, 39-42)
Pausa 5 segundos
Padre nuestro, que
estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase
tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Gloria al Padre y al
Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los
siglos de los siglos.
Tercer Misterio
Gozoso: El Nacimiento del Hijo de Dios en el portal de Belén
«Sucedió que por
aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase
todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo Cirino gobernador
de Siria. Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad.
Subió también José
desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se
llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con
María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos estaban
allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo
primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían
sitio en el alojamiento» (Lc 2,1-7).
Después de una breve
pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.
Pausa 5 segundos
Padre nuestro, que
estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase
tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Gloria al Padre y al
Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los
siglos de los siglos.
Cuarto Misterio
Gozoso: La presentación de Jesús en el Templo
«Cuando se cumplieron
los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, como lo había
llamado el ángel antes de ser concebido en el seno. Cuando se cumplieron los
días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén
para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón
primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio un par de
tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor» (Lc 2,
21-24).
Después de una breve
pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.
Pausa 5 segundos
Padre nuestro, que
estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase
tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Gloria al Padre y al
Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los
siglos de los siglos.
Quinto Misterio
Gozoso: El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo
«Sus padres iban todos
los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron
ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño
Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres…
Y sucedió que al cabo
de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros,
escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por
su inteligencia y sus respuestas» (Lc 2, 41-47)
Pausa 5 segundos
Padre nuestro, que
estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase
tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Dios te Salve, María,
llena eres de gracia, el Señor está contigo. Bendita tú eres entre todas las
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Gloria al Padre y al
Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre, por los
siglos de los siglos.
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