Saltar al contenido

Oración a San Charbel para casos difíciles

Poderoso San Charbel,/

ante Ti vengo con la fe de mi alma,/

a buscar Tu consuelo,/

en mi difícil situación./

Amadísimo San Charbel/

Ábreme las puertas de mi destino/

Con tu fe en Cristo nuestro señor/

Intercede por mi ante los Tribunales Celestiales Sacrosantos/

Y concédeme este milagro que te pido con toda mi fe/

(Escribe la situación difícil que quieres solucionar)/

Amadísimo San Charbel/

Escucha mis súplicas/

Que te hace mi corazón afligido por los duros golpes de la vida/

Bendito San Charbel, ayúdame con todo tu poder/

Amén/

San Charbel

Chárbel Makhlouf, también conocido como Sarbelio o como Youssef Antoun (José Antonio)

fue un asceta y religioso maronita libanés

Quedó huérfano de padre a la edad de 3 años,

y quedó luego al cuidado de su madre,

quien posteriormente se casó en segundas nupcias con un hombre devoto que sería después monje maronita

(el hombre casado en el rito maronita, tiene acceso a ordenarse como sacerdote).

Chárbel, con 25 años de edad, se consagró según la liturgia católica en 1853 al Señor por los tres votos religiosos de obediencia, pobreza y castidad, y tuvo su plena consagración recibiendo, a la edad de 31 años, el sacramento del sacerdocio, el 23 de julio de 1859 en la sede patriarcal de Bkerke, por la imposición de las manos de Monseñor Yusef El-Marid.

En su vida sacerdotal, san Chárbel no hizo más que poner en práctica lo que había aprendido de su maestro espiritual y profesor de teología, san Nemetala Al-Hardini, cuando le dijo : «Ser sacerdote, hijo mío, es ser otro Cristo. Para llegar a serlo no hay más que un camino: ¡el del Calvario! Comprométase sin decaimiento.

Él lo ayudará». Así Chárbel vivió su consagración religiosa y sacerdotal, imitando a Cristo el sacrificado y haciendo de su misa el centro alrededor del cual se cristalizaría su existencia como sacerdote ermitaño. 

Según la Biblia, Dios llama al sacerdote como llamó a Abraham: «Deja tu tierra natal y la casa de tu padre, y ve al país que yo te mostraré. Yo… te bendeciré. Engrandeceré tu nombre y serás una bendición y por ti se bendecirán todos los pueblos de la tierra» (Génesis 12, 1-3).

Así Chárbel entendió la misión del sacerdote y dejó atrás casa, familia y tierra para dedicarse a ejercer el ministerio dentro de los límites de su vocación monacal. Su desprendimiento fue total, llegando al punto de rehusar a ir a su aldea para celebrar una misa en presencia de su madre, llamada Brigitte Chediac, la cual no pudo asistir a su ordenación sacerdotal.

Pero el espíritu que lo determinó a tomar esta decisión, será siempre el secreto de su mística espiritual y el misterio de su santidad.

Siendo así que durante toda su vida ejerció su labor como sacerdote, librándose de las ataduras de la sangre para unirse a los lazos de la gracia y así ser dócil a la acción del Espíritu Santo.

Oración a San Charbel para casos difíciles

Oh glorioso San Charbel, siervo fiel de Dios y escogido por el Espíritu Santo para servirle, te imploro humildemente que me ayudes en este difícil momento. Posees tanta sabiduría, tanta compasión y misericordia, que sé que escucharás mi oración.

Me pongo de rodillas ante tu divino poder y te suplico que me ayudes a librarme de esta situación. Te pido tu consuelo para todos aquellos afectados por los problemas que hemos enfrentado. Por favor, concede tu bendición divina sobre mis amigos y familiares. Que el Señor infunda en ellos la paciencia necesaria para recorrer el camino de la vida con valentía y esperanza.

También suplico tu protección para mí misma; que me concedas la gracia de mantener mi mente clara y mi corazón fuerte. Estoy segura de que con Tu ayuda podré superar los retos más difíciles sin perder mi optimismo y determinación. Que Tu inspiración guie mis pasos hacia el éxito, la realización personal y una relación profunda con el Señor Nuestro Dios Todopoderoso.

Con amor infinito te pido paciencia para entender las maneras insondables del Señor mientras encuentro la respuesta a asuntos complicados tan al campo financiero como laboral como mentalmente hablando. Me dirijo a ti buscando bendiciones divinas sanadoras para sanar cualquier herida emocional o problema moral dentro de mi ser; mediando con fuerza e inspiraciones divinas motivacionales, permitiéndome llevar cada día mi vida hacia un trascendental sendero espiritual Por ende te agradezco infinitamente desde lo mas profundo de mi corazón por atender esta sencilla petición que hago humildemente. Amén.