Bendición del pesebre
Oh Señor, nos postramos ante ti humildes y conscientes de tu grandeza. Te damos gracias por la bendición de tu Palabra que te ha permitido comprender el misterio de este milagro en el que los ángeles cantan gloria a lo alto y los pastores lo contemplan con admiración.
En este preciso momento, Oh Padre celestial, venimos a ti para pedirte que nos cubras con tu misericordia divina y bendigas este precioso pesebre. Te rogamos que renueves nuestra fe con Tu presencia Santa en esta escena tan admirable que nos has otorgado.
Que la magnifica imagen del Niño Jesús, recostado en el pesebre rodeado por María y José, ilumine nuestros corazones por igual como ilumina el cielo. Que sepamos todos aprender de la humildad de los pastores quienes siguieron sin dudar la voz del ángel para adorar al niño Redentor y se unieron a Él como sus verdaderos serviles.
Que encontremos consuelo en los animales allí presentes unidos al Niño Dios mostrando gratitud y ternura infinita a través de su fragilidad y nobleza tierna.
Que el Espíritu Santo toque cada corazón con su luz, sin importar sus circunstancia personales o religiosas, para llevarnos a reflexionar sobre todo lo bueno que nos ha sido concedido por Tu infinita bondad Señor; Y que sepamos honrarlo imitando ese mismo amor desde el fondo de nuestros corazones.
En este momento singular Oh Rey Eterno, te pedimos asimismo levantemos nuestras voces agradeciendo junto a Ti las maravillas renovadas del nacimiento del Salvador que nos llevará a descubrir el propósito de nuestras vidas. Porque en Él, donde hay amor nunca hay temor y solo con su presencia todos somos libres.
Amén