Guiados por la bondad de Dios, con profunda gratitud diremos una oración cada día, invocando a la Santísima Virgen para que nos dé la fuerza necesaria para restaurar nuestra vida.
Suplicamos humildemente a nuestro creador por los grandes dones que nos ha otorgado, como la prenda del amor de su Hijo hecho hombre, nacido en el pesebre para darnos salud y remedio.
Agradeciéndole por el sacrificio infinito que realizó al adquirir una forma humana para nacer en este mundo terrenal y liberarnos de todas nuestras penurias.
Esperamos ansiosamente que su infinita misericordia sea capaz de guiarnos a través de las tormentas de la vida y nos impulse a mantener siempre un corazón humilde, lleno de amor incondicional y entregado al Señor; renunciando a los placeres mundanos para acoger en todo momento el espíritu verdadero del Jesús recién nacido.
Para que él, siempre permanezca en lo más profundo de nuestros corazones ayudándonos a recobrar la paz interior, fortaleciendo nuestro espíritu y otorgándonos consuelo. Amén.
Oración corta de todos los días novena
Que el amor incondicional de Dios nos inspire a vivir con humildad, espíritu de generosidad y total entrega al Señor para que Jesús sea presente en cada uno de nosotros cada día de nuestras vidas. Amén.